Si desde siempre nos hubiésemos preocupado solo por estar limpitos y cada cual como es físicamente, como algo natural, como los animalitos.
No existirían las modas, ni las operaciones de estética, nos preocupariamos por conocernos por dentro sin dar importancia al envoltorio.
Si no existieran los espejos no perderíamos el tiempo en dibujarnos apariencias, ni seria indispensable en un trabajo "la buena presencia".
Se valorarían otras cosas mucho mas indispensables, como la responsabilidad y las ganas , extraviadas entre aquello de "envie su currículum por la red"....con foto....
Volveríamos a las entrevistas de frente, a escucharnos, hablarnos, vernos y sentirnos...
Una sonrisa sería el mejor maquillaje y el brillo en los ojos la mayor expresión de nuestra motivación personal.
Se me ocurren muchas cosas por disfrutar y alternativas de vida "social" si nunca se hubiesen inventado los espejos....
Laura C.
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