Hay quien dice, que escribo mas tristezas que alegrías, y me sorprende esa forma de recibirlo, que no tiene nada que ver con la mía al hacerlo.
Escribir para mi siempre fue mi terapia preferida, por haber encontrado la manera de transformar las nostalgias en sonrisas.
Por tener la capacidad de sacar de mi, cualquier cosa que causara heridas y airearlas o sacudirlas al viento, para dejar espacio a emociones y lecciones nuevas.
Incluso cuando de tarde en tarde me releo, acabo riéndome de mi misma, por esas burbujas sin aire, en que estuve metida, y me hace sentir de nuevo, la fuerza que encontré para evadirlas.
No me retuerzo entre dolores que son pasado, ni siquiera en sus momentos altos, porque pude poner distancia entre ellos con mis letras.
Hablar de como fui hace tiempo, me hace notar el avance, incluso el estancamiento del que he resurgido fortalecida, pero nunca lo hago con victimismo.
He aprendido tantas cosas entre mis letras, que no podría renegar de ninguna de ellas, porque entiendo y siento, que fueron mi válvula de salida en muchisimos momentos.
Sé que cada cual recibe, según sus parámetros interiores y no me molestan los comentarios, las criticas o los juicios externos
porque ya se que solo los propios dirigen mis pasos.
Los recibo agradecida y con cariño, porque me ayudan a no perder de vista mi realidad y a seguir fluyendo, avanzando y aprendiendo de tod@s y cada un@ de ellas.
Escribir para mi siempre fue mi terapia preferida, por haber encontrado la manera de transformar las nostalgias en sonrisas.
Por tener la capacidad de sacar de mi, cualquier cosa que causara heridas y airearlas o sacudirlas al viento, para dejar espacio a emociones y lecciones nuevas.
Incluso cuando de tarde en tarde me releo, acabo riéndome de mi misma, por esas burbujas sin aire, en que estuve metida, y me hace sentir de nuevo, la fuerza que encontré para evadirlas.
No me retuerzo entre dolores que son pasado, ni siquiera en sus momentos altos, porque pude poner distancia entre ellos con mis letras.
Hablar de como fui hace tiempo, me hace notar el avance, incluso el estancamiento del que he resurgido fortalecida, pero nunca lo hago con victimismo.
He aprendido tantas cosas entre mis letras, que no podría renegar de ninguna de ellas, porque entiendo y siento, que fueron mi válvula de salida en muchisimos momentos.
Sé que cada cual recibe, según sus parámetros interiores y no me molestan los comentarios, las criticas o los juicios externos
porque ya se que solo los propios dirigen mis pasos.
Los recibo agradecida y con cariño, porque me ayudan a no perder de vista mi realidad y a seguir fluyendo, avanzando y aprendiendo de tod@s y cada un@ de ellas.
Gracias!!! :) ♥
Laura
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